lunes, 21 de noviembre de 2011

El verdadero valor del anillo - Jorge Bucay

Cuando iba a la universidad una buena amiga me dedicó este cuento, ahora se lo dedico yo a ella, y a todos vosotros. Porque estos cuentos con moraleja siempre son extrapolables a nuestra vida opositoril que que muchas ocasiones merma nuestra autoestima. Espero que os guste.

"Habíamos estado hablando sobre la necesidad de reconocimiento y valoración. Jorge me había explicado la teoría de Maslow sobre las necesidades crecientes. Todos necesitamos el respeto y la estima del afuera para poder construir nuestra autoestima.Yo me quejaba por entonces de no recibir la aceptación franca de mis padres, de no ser el compañero elegido de mis amigos, de no poder lograr el reconocimiento en mi trabajo.

—Hay una vieja historia— dijo el gordo, mientras me pasaba la pava para que yo cebara— de un joven que concurrió a un sabio en busca de ayuda. Su problema me hace acordar al tuyo.

—Vengo, maestro, porque me siento tan poca cosa que no tengo fuerzas para hacer nada. Me dicen que no sirvo, que no hago nada bien, que soy torpe y bastante tonto. ¿Cómo puedo mejorar? ¿Qué puedo hacer para que me valoren más?

El maestro, sin mirarlo, le dijo:
—Cuánto lo siento muchacho, no puedo ayudarte, debo resolver primero mi propio problema. Quizás después... –y haciendo una pausa agregó— Si quisieras ayudarme tú a mí, yo podría resolver este tema con más rapidez y después tal vez te pueda ayudar.

—E... encantado, maestro –titubeó el joven pero sintió que otra vez era desvalorizado y sus necesidades postergadas.

—Bien –asintió el maestro. Se quitó un anillo que llevaba en el dedo pequeño de la mano izquierda y dándoselo al muchacho, agregó –toma el caballo que está allí afuera y cabalga hasta el mercado. Debo vender este anillo porque tengo que pagar una deuda. Es necesario que obtengas por él la mayor suma posible, pero no aceptes menos de una moneda de oro. Vete antes y regresa con esa moneda lo más rápido que puedas..El joven tomó el anillo y partió.

Apenas llegó, empezó a ofrecer al anillo a los mercaderes.Estos lo miraban con algún interés, hasta que el joven decía lo que pretendía por el anillo.Cuando el joven mencionaba la moneda de oro, algunos reían, otros le daban vuelta la cara y sólo un viejito fue tan amable como para tomarse la molestia de explicarle que una moneda de oro era muy valiosa para entregarla a cambio de un anillo. En afán de ayudar, alguien le ofreció una moneda de plata y un cacharro de cobre, pero el joven tenía instrucciones de no aceptar menos de una moneda de oro, y rechazó la oferta.Después de ofrecer su joya a toda persona que se cruzaba en el mercado –más de cien personas— y abatido por su fracaso, montó su caballo y regresó.Cuánto hubiera deseado el joven tener él mismo esa moneda de oro. Podría entonces habérsela entregado al maestro para liberarlo de su preocupación y recibir entonces su consejo y ayuda. Entró en la habitación.

—Maestro –dijo— lo siento, no es posible conseguir lo que me pediste. Quizás pudiera conseguir dos o tres monedas de plata, pero no creo que yo pueda engañar a nadie respecto del verdadero valor del anillo.

—Qué importante lo que dijiste, joven amigo –contestó sonriente el maestro—. Debemos saber primero el verdadero valor del anillo. Vuelve a montar y vete al joyero. ¿Quién mejor que él, para saberlo? Dile que quisieras vender el anillo y pregúntale cuánto te da por él. Pero no importa lo que ofrezca, no se lo vendas. Vuelve aquí con mi anillo. El joven volvió a cabalgar. El joyero examinó el anillo a la luz del candil, lo miró con su lupa, lo pesó y luego le dijo:

—Dile al maestro, muchacho, que si lo quiere vender ya, no puedo darle más que 58 monedas de oro por su anillo.

¡¿58 monedas?! –exclamó el joven.

—Sí –replicó el joyero— Yo sé que con tiempo podríamos obtener por él cerca de 70 monedas, pero no sé... Si la venta es urgente....El joven corrió emocionado a casa del maestro a contarle lo sucedido.

—Siéntate –dijo el maestro después de escucharlo—. Tú eres como este anillo: una joya, valiosa y única. Y como tal, sólo puede evaluarte verdaderamente un experto. ¿Qué haces por la vida pretendiendo que cualquiera descubra tu verdadero valor? Y diciendo esto, volvió a ponerse el anillo en el dedo pequeño de su mano izquierda."

¡Feliz semana Opositores!

13 comentarios:

  1. Precioso el cuento de Jorge Bucay! En el mismo libro (Déjame que te cuente) hay otra historia que encaja a la perfección en tu mundo positoril. Se titula " El elefante encadenado"... no hay que rendirse, por muy cuesta arriba que pueda hacerse el camino. Feliz semana y ánimo con el estudio Tin! XXX

    ResponderEliminar
  2. By the way, no he firmado el comentario! Besitos Loida.

    ResponderEliminar
  3. Gracias Loida por haberme enseñado este cuento en su día que ahora me ha venido tan bien, tomo nota del otro para la próxima entrega de cuentos ;)!

    ResponderEliminar
  4. Siii!!! Quiero una próxima entrega. Espero que estés bien Tin!!! Yo, por mi parte, esperaré al próximo cuento. Un besito.

    mua.

    eva

    ResponderEliminar
  5. Conocía esta historia y el libro... pero no imagináis lo bien que me vino leerla esta noche. Lo normal es que nos identifiquemos con ese anillo al que no dan valor pero... ¿habéis pensado a la de gente que vale que tenemos cerca y a la que quizá no hemos valorado lo suficiente?

    Muakis

    ResponderEliminar
  6. Qué bonito Tin :) Tengo un libro de Jorge Bucay que se llama "20 pasos hacia adelante", es genial y me han entrado ganas de leerlo otra vez después de esta entrada :)

    ResponderEliminar
  7. Eva: Me alegro que te haya gustado la entrada! En breves la siguiente!! Espero que tu también estés genial :D!

    abajolasopos: Me alegro que te haya venido bien!! Creo que hay muchas historias, fábulas y cuentos que se pueden aplicar perfectamente a nuestros estados de ánimo durante las opos. Besitos!!

    Cenedra: Son historias que de vez en cuando a todos nos va bien escuchar ya que nos hacen reflexionar... No tengo ningún libro de Bucay, pero estoy pensando seriamente en comprarme uno jeje!!

    ResponderEliminar
  8. ¡Hola!, no conocía esa historia, y me ha gustado mucho, pues tiene mucho de verdad, porque uno mismo debe de saber lo valioso que es sin esperar que los demás lo sepan o nos lo digan, si bien es cierto que a todos nos gusta recibir un reconocimiento, no debemos esperar que todos nos digan lo bien o mal que hacemos las cosas pues cada quien tiene su punto de vista y no siempre podemos complacer o satisfacer a todos.

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Hola!!! Soy una compi de opo desde Ciudad Real, solo llevo 2 mesecitos estudiando así que soy novata novata, pero buscando por Internet blogs sobre opositores encontré el tuyo y desde entonces lo sigo en silencio porque me gusta que el tuyo hable de las cosas positivas que tiene opositar (que también las tiene aunque a veces pensemos que no) :)
    Un besito :)

    ResponderEliminar
  10. Alezhi: Me alegro que hayas descubierto la historia y te haya gustado. Un fuerte abrazo!

    Lucía: Espero que a partir de ahora no lo sigas en silencio y de vez en cuando me dejes una prueba de tu paso a modo de comentario jajja!! Me hace mucha ilusión saber quien pasa por aquí. Mucho ánimo seguro que en nada dejas de ser una novata y pasar a ser una gran opositora. Saludos a Ciudad Real ;)!

    ResponderEliminar
  11. Yo también conocía esta historia, del "Déjame que te cuente", pero me ha gustado mucho rememorarla otra vez. Así como la del Elefante encadenado, que te recomiendan, yo también lo hago!!;-)

    ¡¡Mucho ánimo!! Que, en la oposición, como en la vida, se pasan momentos mejores y peores. Pero, TODOS, son necesarios para que te hagan madurar y alcanzar el fin.

    Saludos!!

    ResponderEliminar
  12. Jo que bonito!!! Este cuento debería leerlo todo el mundo!!! Me ha encantado la entrada!!
    No conocía a este escritor fíjate.
    Mucho ánimo , Tin!!!!!

    ResponderEliminar
  13. El Opositor a Judicatura: Veo que la mayoría de vosotros conocíais las historias de Bucay, yo recién las estoy descubriendo ahora...y creo que serán bastante habituales a partir de ahora por el blog. Gracias por tu consejo sobre los momentos que se pasan en la oposición me ha venido muy bien. Un beso!!

    Eraime: Me alegro de haberte descubierto el cuento y que te haya gustado, pronto publicaré otro. Besitos wapetona, mucho ánimo para ti también!

    ResponderEliminar

Siempre positivo...;)