lunes, 30 de enero de 2012

Lo bueno que tiene opositar es...lo bien que se esta en casa



Aunque no creo en los horóscopos, hay algo en lo que siempre me aciertan, y es que los cáncer somos muy hogareños. Por ello para mi una de las mejores cosas de estar opositando es estar la gran mayoría del tiempo en el calor de mi hogar jaja!! Aunque no os voy a engañar, cuando llega mi día libre lo que más me apetece es salir de casa, pero cuando acaba el día estoy deseando volver a ella jeje!! Como ser hogareño no es una característica que se de en todo el mundo, es verdad que esta entrada no vale para todos los opositores, pero también creo que la mayoría de los que escogemos esta “aventura” sabemos que nos va a tocar pringar durante un tiempito y tendremos que huir de una vida social desenfrenada (aunque ello no significa que no tengamos vida social!!), y aprenderemos a apreciar lo a gusto que se está en casa. De ahí a la conocida frase que casi todo el mundo ha repetido después de un viaje (turbulento)…“como en casa en ningún sitio”.

Cuando era pequeña y me tenía que pasar el día en el cole (si, era niña comedor) siempre pensaba en lo bien que se estaría en casa todo el día, con mis cosas, la tele, la comida buena (no la del comedor…) etc, y cuando me ponía mala (bastante frecuentemente, como ahora, siempre he sido una pupas) siempre solía alargar un par de días el “aiaiaiaiaiaiii que mal me encuentro” para poderme quedar en casa. Ahora que ya soy mayor y me paso el día en casa me gustaría ir al cole, claro, pero también aprecio las cosas buenas que tiene tener esta vida sedentaria de reclusión hogareña.


Pensarlo bien… si os dijeran que tenéis que estar encerrados mucho tiempo en un sitio pero que podéis escogerlo, ¿no sería vuestra casa? Dentro de lo malo que tiene estar todo el día estudiando, a mi me gusta al menos tener la posibilidad de hacerlo rodeada de mis cosas, mi habitación donde me siento a gusto y decorada por y para mi. De hecho una de las primeras cosas que hice antes de ponerme a opositar fue reformar mi habitación y ponerla de tal forma que yo me sintiera cómoda estando muchas horas dentro de ella. Si vosotros no os sentís así os animo a hacer cambios en vuestro espacio de estudio para que cada mañana al levantaros os “”””apetezca””” encerraros allí. Por otro lado y con relación a sentirnos a gusto en nuestro espacio de estudio, personalmente considero imprescindible mantener el orden dentro de él. Aunque a la vista de mis padres soy una desordenada (padres…¬¬’) yo me considero una persona bastante ordenada (todos mis amigos cuando entran en mi habitación me lo dicen), y sobretodo desde que estoy opositando. Y ello no solo porque ahora la tarea de ordenar me parece divertidísima, remitiéndome a mi entrada de hacer a gusto las tareas desagradables…, sino porque al llevar un sistema de arrastre y tener que repasar tantos temas por semana me estresa muchísimo tenerlos todos tirados por la habitación, dándome una sensación de tener mucho trabajo por hacer, por ello cada vez que acabo un tema lo devuelvo a la carpeta y al final del día recojo todo el material de estudio y lo ordeno en la estantería para así dar por finiquitada la jornada y “sentirme en paz”.  Bueno todo lo explicado tiene un matiz muy personal, por ello me gustaría saber ¿cuáles son vuestras técnicas para sentiros bien mientras estudiáis?

Un beso opositores y mucho ánimo!!!


 PD: a los que estéis opositando a Judicatura os recomiendo la última entrada del blog “El opositor a Judicatura” creo que arroja un poco de luz a tanta especulación sobre la próxima convocatoria.


PD2: ¿como son vuestros lugares de estudio? ¿quien no ha hecho una foto a su mesa con el móvil mientras estudiaba? Si os apetece podéis mandarme una foto de donde estudiáis a tinquiereserjuez@gmail.com y haré una entrada especial de "Decoración de Interiores: Especial espacios de estudio para opositores" jeje. Los que os animéis procurar que no se vea nada personal o comprometedor en la foto, pues con vuestro permiso las publicaré en el blog.

domingo, 22 de enero de 2012

El elefante encadenado

Hola opositores!!! se que he estado algún tiempo ausente, pero he andado más liada de lo habitual y algo corta de imaginación para una entrada. Por ello, a pesar de que tengo varios temas pendientes de cosas nuevas y buenas que he descubierto de opositar, hoy os dejo con esta historia con moraleja que tanto nos gustan, y que muchos de vosotros me recomendasteis. Si estáis hartos de tanto leer temas, también esta narrada en el video de youtube que enlazo más abajo. Espero que os guste, y prometo que esta demora en la actualizaciones no va a ser habitual. 


Cuando yo era pequeño me encantaban los circos,y lo que más me gustaba de ellos eran los animales.Me llamaba especialmente la atención el elefante que,como más tarde supe era también el animal preferido de otros niños. Durante la función,la enorme bestía hacía gala de un tamaño,un peso y una fuerza descomunales...Pero después de la actuación y hasta poco antes de volver al escenario,el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas.

Sin embargo,la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo.Y aunque la madera era gruesa y poderosa,me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su fuerza,podría liberarse con facilidad de la estaca y huir.

El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujeta entonces?.
¿Por qué no huye?.
Cuando era niño,yo todavía confiaba en la sabiduría de los mayores.Pregunté entonces por el misterio del elefante...Alguno de ellos me explicó que el elefante no huía porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia:"Si está amaestrado,¿por qué lo encadenan?".
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo,me olvidé del misterio del elefante y la estaca...
Hace algunos años,descubrí que,por suerte para mí,alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:

"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy,muy pequeño".

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca.Estoy seguro de que,en aquel momento el elefantito empujó,tiró y sudó tratando de soltarse.Y,a pesar de sus esfuerzos,no lo consiguió,porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y al día siguiente lo volvía a intentar,y al otro día y al otro...Hasta que,un día,un día terrible para su historia,el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Ese elefante enorme y poderoso que vemos en el circo no escapa,porque,pobre,cree que no puede.

Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás,jamás intentó volver a poner a prueba su fuerza.

Todos somos un poco como el elefante del circo:vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

Vivimos pensando que "no podemos" hacer montones de cosas,simplemente porque una vez,hace tiempo lo intentamos y no lo conseguimos.
Hicimos entonces lo mismo que el elefante,y grabamos en nuestra memoria este mensaje:No puedo,no puedo y nunca podré.

Hemos crecido llevando este mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y por eso nunca más volvimos a intentar liberarnos de la estaca.

Cuando,a veces,sentimos los grilletes y hacemos sonar las cadenas,miramos de reojo la estaca y pensamos:"No puedo y nunca podré".

Ésto es lo que te pasa,vives condicionado por el recuerdo de una persona que ya no existe en tí,que no pudo. Tu única manera de saber si puedes es intentarlo de nuevo poniendo en ello todo tu corazón...¡¡¡Todo tu corazón!!!.





JORGE BUCAY.